1) Recortar la punta, con un cortacañas (aparato más bien caro). Hay gente que dice que se aplastan las fibras de la caña y por lo tanto ya no responde igual; con una hojita de afeitar creo que esto no pasa si se tiene cuidado. Después lijarla cuidadosamente con una lija al agua (las más finas que hay) o con una lima de uñas, para que tenga la misma forma que la boquilla. También se podría quemar la punta pero creo que es una tarea muy dificil y no habría que pasarse. Lo intenté una vez pero no me resultó práctico.
2) Frotarlas contra una tapa de un libro o un cartón o algo parecido del lado que apoya en la boquilla, hace que tome brillo en sonido (y por supuesto en aspecto).
Cuando las cañas son muy duras se puede lijar sobre el lomo pero hay que hacerlo de a poco para no pasarse. Con una navaja o con la hojita de afeitar. Se puede rebajar tanto de adentro como de afuera, pero la forma que tiene de fábrica da ciertas características (graves, agudos, ataque, etc.) que se van a modificar. Hay que adquirir práctica para lograr buenos resultados.
Importante: En el lomo se debe lijar en forma de triángulo. Poner la caña a trasluz y se verá que en el medio es más gruesa que en las esquinas. Bueno esas esquinas son las que debemos lijar. A no ser que la caña nos sea MUY dura y la queramos ablandar toda, entonces gastamos también el centro. Me han dicho que lijando en otros lugares (a la punta o abajo) se obtienen otros resultados en agudos o graves pero no recuerdo.
Para mi lo mejor es comprar una caja de cañas (cuando se puede) y tocarlas todas para elegir las que mejor suenan y marcarlas con lápiz de color para categorizarlas de mejores a peores. Así guardamos las mejores para conciertos y las otras para estudiar. A mí lo que me resulta es uno de esos portacañas de 4. Cada vez que toco o estudio elijo una diferente, ya que debido a las condiciones climáticas (humedad, temperatura) o a la sala, una misma caña suena diferente. Así las voy rotando y se desgastan parejo.
Hay que aclarar que la saliva y el uso son lo que deterioran una caña. Llega un momento en que no hay más remedio que cambiarla cuando el deterioro es general. Además que no se puede cortar muchas veces una caña porque va cambiando la longitud y la inclinación del corte que trae de fábrica (o la parte grueso de la caña) llega a estar más cerca de la punta y se hace más dura.
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